EL diagnostico psicopedagógico es un proceso a través del cual se trata de describir, clasificar, predecir y, en su caso, explicar el comportamiento de un alumno en el contexto escolar. El diagnostico incluye un conjunto de actividades de medición y evaluación de la persona (o grupo) o de la institución con el fin de proporcionar una orientación. (Buisán y Marín, 1983: 13).
El diagnostico es un conocimiento de carácter científico que se obtiene, por un lado, de información recogida a través de la acumulación de datos procedentes de la experiencia y, por otro lado, de la información recogida a través de medios técnicos (instrumentos psicométricos y test), lo cual implica una labor de síntesis de toda la información recogida y una cierta competencia o dominio técnico del orientador.
Los sujetos y los sistemas implicados en la realización de un diagnostico psicopedagógico son los profesores, la escuela, el entorno social, los alumnos, la familia y los grupos de clases.
El proceso diagnostico culmina con la comunicación oral y escrita de los resultados obtenidos de la evaluación planificada de acuerdo con unos objetivos. El reporte es un documento que tiene una doble naturaleza, técnica y administrativa. A través del informe se describe la situación del alumno en los diferentes ámbitos del desarrollo personal y/o social, familiar, académico (Dueñas, 2002). Además, el informe incluye las líneas generales de orientación o intervención.
Autores como Tallent (1988), Buisán y Marín (1987), Fernández Ballesteros (1992) o Dueñas (2002) coinciden en señalar que las características básicas de todo reporte diagnostico son tres: ser un documento científico, servir de vehículo de comunicación y ser útil.
Referencias.
Cardona, M.C., Chiner, E., Lattor, A. Diagnostico Psicopedagógico, Editorial. Club Universitario.